Celular 11-6273-2340 VISITE NUESTRO BLOG . Escudo PJ http://www.galeon.com/sacha124/pajaro1.gif http://www.galeon.com/sacha124/pajaro1.gifEscudo PJ .

martes, 9 de junio de 2009

FUSILAMIENTOS Breve Reseña

En la noche del sábado 9 de junio de 1956, a nueve meses del derrocamiento del presidente constitucional Juan Domingo Perón por la autodenominada ‘Revolución Libertadora’, militares y civiles peronistas intentan recuperar el poder por las armas. Los generales Juan José Valle y Raúl Tanco, junto con el teniente coronel Oscar Lorenzo Cogorno, encabezan una dispersa rebelión cívico-militar que tiene sus focos aislados en Buenos Aires, La Plata y Santa Rosa, capital de La Pampa.

El intento es abortado en unas cuantas horas y concluye en un baño de sangre. No se conoce el número exacto de rebeldes que participan del levantamiento. Se ha especulado que, como máximo, son quinientos hombres; es posible que no llegaran a los doscientos. Sí se sabe que les falta coordinación, actúan en forma dividida en las tres ciudades y carecen de armas pesadas. También se sabe que sus planes han sido descubiertos desde semanas antes por el servicio de inteligencia militar, están infiltrados y, en síntesis, no tienen ninguna posibilidad de triunfar. El régimen de la Revolución Libertadora, sin embargo, los deja actuar para poder aplicarles una medida 'ejemplificadora'.

El domingo 10 de junio, a menos de veinticuatro horas del levantamiento peronista y cuando ya no existen focos de resistencia, el gobierno de facto encabezado por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Rojas lanza el decreto Nº 10.364, que impone la ley marcial.

La pena de muerte debía hacerse efectiva a partir de entonces. Sin embargo, se aplica retroactivamente a quienes se habían sublevado el sábado 9 y ya se han rendido y están prisioneros.

El artículo 18 de la Constitución Nacional vigente hasta ese momento aseguraba: 'Queda abolida para siempre la pena de muerte por motivos políticos'. No obstante, con una velocidad sorprendente el régimen de la Revolución Libertadora ordena que en menos de 72 horas se efectúen 28 fusilamientos de militares y civiles en seis lugares distintos. Los pelotones de ejecución gastan más cartuchos que los que alcanzaron a disparar los rebeldes condenados.

Valle se hallaba oculto en el barrio de San Telmo. El General podría haberse asilado en una embajada pero al atardecer del 12 de junio decide entregarse para poner fin a la matanza. A pesar de que ha encabezado el levantamiento antes de la instauración de la pena de muerte, lo fusilan a las diez de la noche.

Aramburu, un católico a ultranza, no tuvo la más mínima piedad cristiana con sus camaradas de armas alzados. Se dice que lloró al firmar -junto a Rojas y otros tres militares de alta graduación- la pena de muerte de Valle, quien había sido su compañero en el Colegio Militar. No obstante, cuando la desesperada esposa del oficial condenado a morir fue a la residencia de Olivos a suplicarle que lo perdonara, le informaron que el presidente de facto no la podía recibir porque se encontraba descansando.... Vencedores y vencidos

No hay comentarios:

http://san-fernando-mi-ciudad.blogspot.com///mail--mirtapraino@gmail.com-
Cel- 11 - 6273 - 2340 Visite el Blog
http://www.galeon.com/sacha124/pajaro1.gifEscudo PJ